Menopausia y piel: lo que es importante ahora
La menopausia es un período de cambios hormonales que puede tener un profundo impacto en la piel. Muchas mujeres notan repentinamente piel impura, enrojecimiento, poros dilatados o sequedad general durante esta fase. En este artículo aprenderás por qué tu piel cambia durante la menopausia, qué problemas cutáneos son los más frecuentes y cómo puedes contrarrestarlos con el cuidado facial adecuado.
¿Qué ocurre exactamente durante la menopausia?
La menopausia es una fase natural en la vida de cada mujer, que generalmente comienza entre los 45 y los 55 años (en promedio, alrededor de los 51 años). La menopausia ocurre cuando la menstruación ya no ocurre durante doce meses. Este cambio hormonal marca el final de la fertilidad y viene acompañado de muchos cambios físicos:
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La función de los ovarios disminuye
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Los niveles de estrógeno disminuyen significativamente
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Efectos secundarios típicos como sofocos, problemas de sueño y también cambios en la piel.

Ya al comienzo de la menopausia se produce una rápida disminución del colágeno y la elastina en la piel. Con el tiempo, esta degradación se ralentiza pero persiste. Las consecuencias: piel más fina, arrugas, pérdida de volumen y mayor vulnerabilidad. Muchas mujeres también informan una mayor sequedad de la piel durante este tiempo, lo que puede provocar sensaciones de tirantez o descamación.
¿Por qué cambia la piel durante la menopausia?
El principal desencadenante de los problemas de la piel durante la menopausia es la caída de los niveles de estrógeno. El estrógeno es importante para la formación de colágeno, la retención de humedad y la elasticidad de la piel. Cuando este nivel hormonal disminuye, la piel se vuelve más fina, más seca y menos elástica. Al mismo tiempo, aumenta relativamente la influencia de los andrógenos (hormonas masculinas), lo que puede estimular la producción de sebo. El resultado: piel con impurezas, grasa y poros dilatados.
El estrés, la falta de sueño y las influencias ambientales externas también tienen un mayor impacto en la piel durante esta época. Debido a que la barrera protectora se debilita, la piel reacciona de forma más sensible a la radiación UV, a los contaminantes y a los productos de cuidado.
Problemas típicos de la piel del rostro durante la menopausia
Piel con impurezas y piel grasa
Muchas mujeres desarrollan el llamado acné de aparición tardío durante la menopausia. La causa es el aumento de la producción de sebo debido a los andrógenos. La piel luce grasosa, los poros se obstruyen más fácilmente y aparecen puntos negros y granos, incluso en mujeres que nunca antes han tenido acné.
Consejo: Una limpieza suave y principios activos específicos como la niacinamida o el zinc ayudan a combatir las impurezas sin resecar la piel.
Piel con poros grandes
A medida que envejecemos y la elasticidad de la piel disminuye, los poros se expanden. El exceso de sebo también hace que parezcan más grandes. La piel con poros grandes tiene un aspecto desigual y deslucido.
Consejo: Ingredientes activos como Niacinamida Puede refinar visiblemente los poros y mejorar la apariencia de la piel.
Manchas rojas y erupciones
Los sofocos, el estrés o los cambios en la actividad vascular provocan enrojecimiento repentino o manchas rojas en la cara. Las erupciones también ocurren con mayor frecuencia porque la piel se vuelve más sensible a los ingredientes o a las influencias ambientales.
Consejo: Utilice productos de cuidado no irritantes, sin perfumes ni alcohol. Si el enrojecimiento persiste, puede ser rosácea: consulte con un dermatólogo.
Rosácea
La menopausia puede empeorar la rosácea existente o desencadenarla por primera vez. Los síntomas típicos incluyen episodios de enrojecimiento, venas visibles, pápulas o pústulas en la cara.
Consejo: Los cuidados refrescantes, evitar el alcohol, los alimentos picantes y las fluctuaciones extremas de temperatura ayudan a prevenir los brotes de rosácea.
Piel seca y arrugas
La disminución de los niveles de estrógeno produce menos ácido hialurónico y una barrera cutánea más débil. La piel pierde humedad, se vuelve seca, escamosa y se arruga más rápidamente.
Cuidado facial durante la menopausia: ¿Qué ayuda realmente?
El cuidado facial adecuado durante la menopausia debe ser suave, hidratante y regenerador. Aquí están nuestras recomendaciones más importantes:
1. Limpieza suave
Utilice productos de limpieza suaves sin tensioactivos agresivos como el lauril sulfato de sodio (SLS), el lauril éter sulfato de sodio (SLES) o el lauril sulfato de amonio, que pueden desengrasar e irritar gravemente la piel. Son más adecuadas alternativas suaves como el coco glucósido, el decil glucósido o el cocoil glutamato de sodio. Estos limpian eficazmente sin debilitar la barrera protectora de la piel. Las lociones o aceites limpiadores que limpian suavemente y cuidan la piel al mismo tiempo son ideales.
2. La humedad es clave
La piel seca se beneficia de las cremas que contienen ácido hialurónico, glicerina y ceramidas. Se recomiendan formulaciones ligeras durante el día, mientras que las formulaciones más ricas se pueden utilizar durante la noche.
Consejo del producto: El Ectoína
3.No olvides la protección solar
La protección UV es especialmente importante durante la menopausia. Utilice un humectante diario con al menos FPS 30 para prevenir manchas de pigmentación, arrugas y brotes de rosácea.
4. Menos es más
Evite demasiados productos. Una rutina de cuidado de la piel clara con unos pocos ingredientes activos bien equilibrados suele ser más efectiva que una mezcla de diferentes cosméticos.
Problemas de la piel durante la menopausia: Piensa de forma holística
Además de los cuidados, los factores del estilo de vida también juegan un papel importante:
- Mantener una dieta equilibrada y antiinflamatoria.
- Beber suficiente agua
- Evite los cigarrillos y el alcohol.
- Asegúrese de dormir y relajarse lo suficiente
Se ha demostrado que el manejo del estrés alivia los problemas de la piel. Hacer ejercicio al aire libre también favorece la circulación sanguínea y mejora el aspecto de la piel.
Conclusión
La menopausia trae consigo cambios visibles en la piel: desde piel impura y grasa hasta enrojecimiento, arrugas y piel seca. Es fundamental adaptar tu rutina de cuidado de la piel a tus nuevas necesidades y no sobrecargarla. Con un cuidado específico, productos adecuados y un estilo de vida consciente, puedes mantener tu piel sana, clara y radiante, en cualquier etapa de la vida.
Fuentes:
Kamp, E., Ashraf, M., Musbahi, E. y DeGiovanni, C. (2022). Menopausia, piel y dermatosis comunes. Parte 2: Trastornos de la piel. Dermatología Clínica y Experimental, 47(12), 2117-2122. https://doi.org/10.1111/ced.15308